Con unos cuantos tomates, lo más maduros posible, un poco de pollo (o carne), hongos, un par de hojas de laurel, pimiento, y algunas cebollas:



Se dora la cebolla, el ajo, el pimiento sin piel, el pollo cortado en trozos y los hongos. Luego, se le pone el tomate sin piel (para quitar la piel, ver acá). Se condimenta a gusto; yo uso sal, pimienta y pimentón. También, como dicen en El Padrino, un chorro de vino tinto. Se deja hervir mucho tiempo (unas horas?), se le agregan unas arvejas:

Se deja un rato más. Mientras más tiempo, más se deshace el tomate. Cuando ya esté (este punto es subjetivo), se utilizan los spaghettis previamente hervidos en agua con sal, se sirve, y se le agrega queso rallado:

Me gustó el resultado, pero el sabor no se le acerca al tuco de mi abuela... tengo que seguir practicando :) Ah, y hacer fideos caseros mientras se cocina!